Mensaje del Arzobispo de Panamá con motivo del Centenario del Vicariato Apostólico del Darién
Mensaje de S.E.R. Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, O.S.A. Arzobispo Metropolitano de Panamá con motivo del Centenario del Vicariato Apostólico del Darién
A Su Excelencia Reverendísima Mons. Pedro Hernández, Obispo del Vicariato Apostólico del Darién, al clero, a los consagrados y consagradas, y al querido pueblo fiel que peregrina en esa histórica región:
Con profundo respeto y sincera estima, deseo hacerles llegar mi más cordial saludo con ocasión de la conmemoración del Centenario del Vicariato Apostólico del Darién, un acontecimiento de enorme relevancia para la Iglesia en Panamá y para nuestra memoria histórica como nación.
Lamento no poder acompañarlos presencialmente en esta celebración tan significativa; sin embargo, ruego a Su Excelencia y a todo el pueblo darienita que reciban mis disculpas y, al mismo tiempo, mi plena cercanía espiritual en esta fecha que nos convoca a la gratitud, a la reflexión y a un renovado compromiso misionero.
El Darién ocupa un lugar único e insustituible en la historia del país y de la Iglesia.
Ha sido, desde tiempos remotos, punto de encuentro de pueblos originarios y pueblos afrodescendientes; puerta de entrada de la evangelización, frontera desafiante y, al mismo tiempo, espacio privilegiado donde la Iglesia ha testimoniado la fuerza del Evangelio a través de generaciones de misioneros, religiosas y laicos que, con entrega heroica, han sembrado fe, dignidad y esperanza.
Celebrar cien años del Vicariato significa reconocer y honrar una historia que ha marcado profundamente el rostro humano y espiritual de Panamá. Significa también reafirmar que mirar al Darién es una responsabilidad nacional, un llamado a valorar su riqueza cultural, su biodiversidad, sus comunidades, y a atender con firmeza y decisión las realidades que allí claman por justicia, paz, acompañamiento pastoral y desarrollo integral.
A usted, querido Mons. Pedro, y a todos los que sirven en esa noble misión eclesial, me uno para pedir al Señor que este Centenario sea ocasión de renovación y fortaleza, impulsando una presencia pastoral cada vez más cercana, solidaria y sinodal, especialmente hacia quienes viven situaciones de vulnerabilidad.
Que Santa María la Antigua, Patrona de Panamá, continúe acompañando con ternura de Madre el camino del Vicariato Apostólico del Darién y sostenga su misión en este tiempo de esperanza y desafíos.
Con sentimientos de alta consideración y estima en Cristo,
† JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A. ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ
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