Cuaresma: Fiesta del perdón y la reconciliación

Como pastor de esta Iglesia Arquidiocesana, al iniciar la Cuaresma los invito a atravesar la puerta santa del confesionario, “hospital de las heridas espirituales”. Este es el momento para aliviar la carga y dejar ahí todo aquello que nos aleja de Dios, que nos separa del perdón, de la reconciliación con nosotros mismo y con los demás. Démonos la oportunidad de experimentar plenamente el amor misericordioso del Padre.
A ustedes queridos hermanos sacerdotes les pido que todos nos contagiemos con este espíritu y disponibilidad, para atender lo más urgente que precisan nuestros fieles y ofrecerles el más hermoso tesoro espiritual de la Iglesia: la Misericordia de Dios. Que podamos hacer posible “una gran fiesta del perdón y la reconciliación”.
Los exhortamos para que en las parroquias establezcan días fijos para la atención de las confesiones (puede ser cada viernes de Cuaresma); que organicen actos penitenciales para la escucha y meditación atenta de la Palabra de Dios, que mueve a la conversión y al sacramento de la reconciliación.
Nuestra sociedad tiene a tanta gente lastimada. Ante esta realidad nos dice el Papa Francisco que la Iglesia es “como un hospital de campaña después de una batalla” y “se hace urgente aplicar a las heridas más graves el remedio de la misericordia, el único que sana y recupera la dignidad pisoteada”.
Queremos a la vez solicitarles que el próximo viernes 23 de febrero nos unamos a la Jornada de Ayuno y oración convocada por el Santo Padre Francisco, por las trágicas situaciones de conflictos prolongados en diferentes lugares del mundo, en particular por las poblaciones de la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
Sería un gesto hermoso solidarizarnos con los que sufren conflictos y violencia, por eso les solicitamos a los párrocos y a los movimientos que puedan organizar para esta fecha esta Jornada de Ayuno y Oración, motivando la participación de los fieles.
“Si en muchos corazones a veces da la impresión de que la caridad se ha apagado, en el corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo”. (Mensaje de Papa Francisco para la Cuaresma 2018).
Afectísimo en el Señor,
† JOSÉ DOMINGO ULLOA MENDIETA, O.S.A.
ARZOBISPO METROPOLITANO DE PANAMÁ

Monseñor José Domingo Ulloa
Su Excelencia Reverendísima Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, O.S.A. Nacido en Chitré, Panamá, el 24 de diciembre de 1956.Es el tercero de tres hermanos del matrimonio de Dagoberto Ulloa y Clodomira Mendieta. Fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1983 por el entonces Obispo de Chitré, Mons. José María Carrizo Villarreal, en la Catedral San Juan Bautista de Chitré.
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