Ceremonia de consagración del altar y el templo parroquial San Francisco de Paula, La Chorrera

Ceremonia de consagración del altar y el templo parroquial San Francisco de Paula, La Chorrera

 

Luego de varios años de restructuración, se consagrado el altar y el templo parroquial San Francisco de Paula, en La Chorrera, en una ceremonia presididapor el Arzobispo de panamá, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, donde también bendijo la nueva Capilla del Santísimo, con la participación de los fieles devotos.

Una ceremonia llena de alegría en la que concelebraron el P. Rafael Ochomogo párroco y delegado episcopal de la zona pastoral de Panamá Oeste, el P. Juan Sandoval párroco de la parroquia Cristo Redentor y vicario episcopal de la zona de San Miguelito, el ceremoniero fue el P. José Héctor González, párroco de la parroquia Catedral San Juan Bautista, en la diócesis de Chitré. En la firma del acta de dedicatoria y consagración, los testigos de honor fueron la Hr. gobernadora de la provincia de Panamá Oeste, Cindy Smith, el vice alcalde, Arquímedes Ortega, el sr. Marcos Cruz y Eric Martínez.

 

Monseñor José Ulloa Mendieta, dijo a los devotos de San Francisco de Paula, “estamos participando de un acto sencillo y hermoso pero a la ves trascendental para la vida de esta comunidad, como es la consagración del altar y de este templo que lleva 310 años, es día de acción de gracias a Dios por estar bendecidos y congregados como Iglesia viva y que bueno que después de esta pandemia podamos estar en este lugar santo”.

Durante la ceremonia, el Arzobispo metopolitano, reitero su gratitud al pueblo chorrerano, porrenovar la casa de Dios y de cada uno de los bautizados. “A veces la osadía y la confianza puesta en la Divina Providencia, es la que nos invita a lanzarnos a realizar obras con el esfuerzo de la comunidad. Tenemos que hacer un homenaje a quienes se han quemado las pestañas confeccionando y vendiendo bollo preñao y chicheme chorrerano para hacer posible la reestructuración de este templo”.

Rito de consagración

El obispo José Ulloa, colocó en la mesa del Altar la reliquia del patrono de las misiones, San Francisco Javier, para que le permita a la parroquia y zona episcopal tener esos mismos sentimientos. Según explicó el arzobispo, en este rito de consagración vamos a conjugan y ungir, tres elementos que van a estar girando entorno al altar “el aceite del Santo Crisma, la luz y el fuego”. “El aceite significa que este altar está dedicado a Dios; la luz representa la Palabra que nos iluminará en nuestro caminar y el fuego para que arda en el corazón el Espíritu de Dios que habita en el hombre”.

Rito sencillo pero hermoso donde se utiliza el aceite con que tradicionalmente se consagra a grandes personajes como reyes y que en la iglesia católica, este Santo Óleo usado para la consagración de los hijos de Dios, en los sacramentos del bautismo, la confirmación y en las ordenaciones sacerdotales, recalcó Mons. Ulloa.

El P. Rafael Ochomogo, fue claro al decir “son muchos los sentimientos que nos tiene reunidos aquí, siempre es necesario hacer una renovación a nivel pastoral,Con la reliquia de San Francisco Javier, renovamos nuestro compromiso en las 19 comunidades parroquiales, porque estamos llamados a seguir avanzandocreo que es la oportunidad que el Señor nos ha regalado, de un volver a peregrina construyendo, pero ‘no estructuras’, sino ‘construir Iglesia’, en este tiempo de sinodalidad, que el Papa Francisco, nos invita a construir esa comunidad cercana, abierta, misionera”.

Con el Cordero que se encuentra ubicado arriba del Cristo en el altar, comenzó todo, comenta el párroco Ochomogo, fue la primera pieza que llegó a la parroquia, cuando era lo único que se iba a colocar; y por una plancha de yipson provocó que hubiéramos que tumbarlo todo y empezar a reestructurar el altar, explica el sacerdote señalando ¡Bueno fue el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo y quien provocó todo este acontecimiento!”, y con la entronización del Santo Cristo el 1 de julio, fue la última pieza que se colocó en el altar, el cual estuvo guardado en la parroquia por muchos años, el cual iba a ser utilizado en una exhibición con la Sábana Santa de Turín-Italia, aquí en Panamá, pero no se logró realizar, y bueno que mejor lugar, quedar ahí hermosamente para amarlo y venerarlo.

El chorrerano Mario Montero, elevó sus oraciones desde Costa Rica “agradeciendo a Dios en unión espiritual con mi Iglesia”.

 

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