Panamá consagrado al Inmaculado Corazón de María

Panamá consagrado al Inmaculado Corazón de María

Ante cientos devotos de Jesús Nazareno en Atalaya los obispos de la  Conferencia Episcopal Panameña,  consagraron nuestro país al Inmaculado Corazón de María, frente a la imagen de una de las 13 replicas de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima, que recorre el territorio nacional hasta el próximo 30 de marzo.

En un emotivo acto, los obispos panameños en la oración dijeron: “Te consagramos oh Inmaculado Corazón de María, a nuestra Santa Madre Iglesia, y a todo el pueblo santo de Dios; que vivamos unidos y obedientes al Papa y que siempre trabajemos con empeño por el Evangelio y la expansión del Reino de tu Hijo. Te consagramos a los gobernantes y dirigentes de esta Nación, para que todas sus acciones sean realizadas buscando siempre el bien común, la paz y la justicia”.

El arzobispo metropolitano y presidente de a Conferencia Episcopal Panameña, José Domingo Ulloa, explicó en la homilía que “consagrarse al Sagrado Corazón de María significa renovar las promesas bautismales; es la perfecta consagración a Jesucristo por manos de María; se considera un lazo de amor hacia ella, que nos permite gozar de sus cuidados y amparos ante las situaciones que nos alejan de la voluntad de Dios”.

 

¿Por qué se consagra el país al Inmaculado Corazón de María? Según Mons. Ulloa, es necesario promover la consagración del país para que sea custodiado bajo el amparo de la adversidades que producen el pecado por medio de las guerras y la destrucción de la sociedad; “La Misma madre promete brindar las gracias nescesarias para la salvación de sus habitantes”.

El país requiere de la conversión de todos

Para el Arzobispo Ulloa, la Virgen de Fátima, encuentra a nuestro país sumido en una serie de pecados tanto individual como social que requieren de una urgente conversión, al tiempo que advirtió que, hemos de reconocer que “somos corruptos y pecadores, ese cáncer debe ser arrancado de cada uno de nuestros corazones”.

Un aspecto relevante para monseñor Ulloa es que no solo se reconozca la falta, es necesario ser como Zaqueo, en aceptar el daño “que le hicimos y le seguimos haciendo al país tanto en lo económico, en lo moral y espiritual, porque nadie está exento de responsabilidad: ni las Iglesias, ni los ricos, ni los pobres, ni mucho menos los políticos ni los que ostentan el poder político y económico” pero también resarcir ese daño.

Usando las palabras del Papa Francisco,  advirtió que “Los corruptos están en todas partes no tienen nacionalidad, ni estatus social, ni color o raza; tenemos que decir la verdad que la corrupción es el pecado a la mano”.

Sin embargo, de manera esperanzadora afirmó que: “Estamos heridos, pero no de “muerte”; Gracias a Dios y por la intercesión de la Virgen, a pesar de estos y otros problemas, Panama es más grande que estas dificultades, como un gran fiólozofo de nuestros pueblos lo expresó Mons. Ulloa.

Como un llamado a la reflexión en este tiempo de cuaresma, Mons. Ulloa, dijo  que no sigamos cayendo en la tentación, tengamos la valentía de decir ¡si  peque y quiero cambiar!, es importante que echemos un vistazo a nuestro interior y no esperemos que los otros cambien, empecemos a cambiar nosotros.

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La Arquidiócesis de Panamá creada el 9 de septiembre de 1513 es la Iglesia más antigua en tierra firme y madre de las Iglesias particulares existentes hasta ahora en la república de Panamá.